Si determinados pensamientos, sentimientos y actuaciones dificultan el desarrollo normal del día a día, nos evidencia que algún conflicto, que necesita ser atendido, se está produciendo en nuestro interior.
Ansiedad.
Depresión, duelo.
Estrés, Obsesión.
Fobias.
Trastornos de alimentación.
Trastornos del sueño.
Adicciones a drogas, juego, nuevas tecnologías, trabajo...