Se ha desmostrado que los nueve meses de gestación constituyen una etapa crucial en la vida de cada ser humano. El tipo de relación con la madre y con el exterior determinarán muchas de las actitudes que acompañarán a ese futuro bebé durante toda la vida. El estado emocional de la madre afecta al desarrollo del feto, va a repercutir en cómo afronte la crianza, en el estado del bebé y, por tanto, en su desarrollo social, cognitivo y emocional.
Cuidar el estado emocional y psicológico de una mujer embarazada es tan importante para su salud y la del futuro bebé como atender su estado físico. No se trata de visitar a un psicólogo perinatal para resolver preocupaciones, dudas, emociones..., de los padres ante la llegada de un nuevo hijo, sino para afrontar una adecuada transición hacia la maternidad.